jueves, 4 de septiembre de 2008

¿Dar en el blanco nihilista? Justo en el blanco.

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Ya escribo. La tarde convida con sutiles matices nihilistas. ¿Será propicia otra noche húmeda? La lluvia, que todo lo enturbia, torna a la ciudad menos diáfana cada vez.

¿Por qué he tardado tanto en volver aquí? ¿Acaso he sentido el miedo de quien teme repetirse, la pavorosa sensación de andar girando, sin notarlo, por una vía circular y, por ende, infinita? Puede ser, pero no me aventuro siquiera a inventar una respuesta. Tengo miedo de dar en el blanco; las intuiciones son tan peligrosas como los sueños.

He invitado a D. a salir porque sé que acabaremos volviendo sobre los mismos asuntos. Con él me siento en tierra explorada hasta los límites del tedio. En su compañía nunca sabré a dónde conducen las marismas. Amén.

D. se ha ejercitado tradicionalmente en el renunciamiento. Me aventaja sobremanera. El suyo es un estoicismo paralizante, un letargo capaz de hacerlo dormir de pie en una esquina si de pronto yo hiciera silencio y se apagaran, unívocas, las luces de la calle. Rollizo como un franciscano mendicante, D. se vuelve sonámbulo; no sabe cuánto me aburre. Creo, además, que también se aburre de mi fingido júbilo. Al final, callo. Estoy destinado al silencio.


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L'ecriture ou la vie (luego de frecuentar unas memorias de Jorge Semprun)
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Mi hermana tiene una afición de raro esnobismo. Se me antoja ahora que pudiera pasar por inexplicable reminiscencia de la postguerra: ella gusta de coleccionar, con fruición, libros y filmes alusivos al drama de la Segunda Guerra Mundial. No le interesan la Guerra de los Cien Años, el suplicio de Jeanne d'Arc, ni las matanzas de hugonotes a manos católicas. También es indiferente a la épica del conflicto greco-persa y al sacrificio de los batallones inmolados por las infaustas provincias de Alsacia y Lorena. No le conciernen siquiera los tres repartos de Polonia.

Por supuesto, quede claro que la colección de mi hermana sólo incorpora material soviético: Stalingrado imbatible y el mariscal von Paulus mordiendo el polvo estepario, Boris Polévoi reporta los crímenes nazis en el juicio de Nuremberg, la bandera roja sobre el Reichstag. De niños hasta tuvimos un compendio de la historia rusa preparado por la editorial Ráduga, moscovita, con anécdotas y retratos de Suvórov, Zhúkov y Lenine. La Historia Contemporánea, contada a partir de la Revolución Socialista de Octubre, estudiamos en octavo y décimo grados. Nadie me pregunte a estas alturas quién construyó el muro de Berlín; en cambio, creo saber quién lo derribó. Y que estaba condenado desde siempre a caer, quebrada como tenía la piedra angular.

Mi hermana, por su parte, no conoce las memorias de Jorge Semprun, escritas para revivir una atroz estancia en Büchenwald. Tal vez esa ignorancia se deba a que no sabe francés; las circunstancias no sólo prohíben, en ocasiones mandan. Es el caso. Que yo sepa ningún ruso dejó testimonio de la sobrevida en los campos de concentración.

Apenas el libro de Semprun me fue ofrecido a raíz de la dispersión de una biblioteca, me estremecio el dilema del título: L'ecriture ou la vie. Es preciso decidir, tomar partido. Definitivamente, la escritura posee otra naturaleza, más rítmica y lógica que el caos vital. La escritura puede ser impostura o falsificación pero, en cualquier caso, gobernada.

Ruego para que mi escritura, por fragmentaria y deliberada, sea menos inverosímil que mi vida. La vie, encore c'est la vie.


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El Nictálope, ¿monedero falso?
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Hice recuento y me he hallado falto otra vez. Duele pero es cierto y es, además, la paráfrasis de un versículo bíblico que luego denuesta la iniquidad de una de las naciones paganas de la antigüedad. ¿A cuál de los profetas se lo escuché? ¿Isaías? Si entre sus colegas lo he preferido fue por el imperio de sus imágenes. Agradecí la abundancia de mis pecados luego de aquella poética certidumbre: "como la nieve serán emblanquecidos". Hoy me examino, dubitativo: ¿cómo redimirme de una omisión culposa, contumaz y flagrante?

Si bien no he mentido en los pliegos de este blog, tampoco he dicho la verdad. Haya calma, que no es paradoja gratuita.

He ofrecido verdades adulteradas, lenitivas, evitando que la noche donde me asomo se vea turbia. He sido eufemístico y complaciente, comerciante de baratijas, monedero falso.

Cuando empecé a escribir estos pliegos en enero de 2008, no supe dilucidar el secreto de mi sitio. En el intento de eludir la índole pintoresca de la noche gótica y convencional, involuntariamente falsifiqué personajes y contextos. Hurté el sentido legítimo de mis noches descarnadas. Sólo ahora diré lo justo. Sin embargo, mi propósito debe asumirse como un develamiento en lugar de una rectificación. Es necesario conocer el tropiezo para alcanzar otra estancia -agradecer el tropiezo- y esto se llama, según Nietszche, el amor fati.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen aquellos que estudian la vida que el tiempo es una linea recta. Sin embargo yo sé que el tiempo es como un resorte de reloj infinito que parece un círculo y es a la vez una espiral. Quien camina por el tiempo cae a cada paso y cada paso le hace a su vez, subir, ascender, trascender. Descubrir los misterios del tiempo ha sido siempre la base de mi camino.

Dicen mis maestros hindúes que en el universo, tanto como en nosotros (no en balde como es arriba, es abajo" dice El Kybalión) existen tres Fuerzas o Aspectos de un mismo todo. Está "Brahma" el aspecto Creador, Está Vishnu, el Sostenedor, y Está el peligroso Shankar, el Destructor.

Al girar por el disco del tiempo, que es también la vida terrena, pasamos por estas tres etapas, y varias veces. ¿Cuantas veces hemos muerto a una manera, a una forma de pensar para convertirnos en algo distinto?

A esta Trinidad, yo le llamaba, antes de convertirme en Yogui (aquel que busca su encontrarse con Dios) la Triple Diosa. Lo aprendí de la Wicca, mi camino Lunar. la Triple Diosa vino con la Luna. La Luna Creciente, el aspecto Creador, era la Diosa Isis y también lo era Oshún. La Luna LLena era Yemayá, la Madre, la sostenedora, y La Menguante era la destructora Hékate, la transformadora.

Aún están en mi altar sus representaciones, justo encima del otro pequeño altar que dedico a mis ancestros y maestros, a mis guías y a mí mismo.

Por eso sé, amigo mío, la importancia del Silencio, de desaparecer a ratos, de Crear, Sostener y Transformar, y del tiempo que necesitamos para recorrer lo andando en la Espiral del Tiempo.

Cada noche, morimos, dejamos el cuerpo.. cada amanecer lo retomamos, y ya somos otro, diferente, aún cuando nuestro papel sea el mismo. Sin embargo, somos eternos, y en nuestra eternidad somos esa luz de siempre, ese puntito de luz llamado Alma y que se encuentra en el centro de la frente y que se manifiesta, relaciona y experimenta este mundo físico a través de un cuerpo físico, cual viajero en planeta extraño..

El "pecado original" no ha sido comer del árbol del conocimiento, este fue un regalo de Dios, por algo lo puso en el jardín junto a los otros árboles, el Conocimiento, el Tercer OJo es un regalo. El pecado Original es el Olvido, el avergonzarnos de quienes somos o de estar desnudos ante Él.

Nunca debemos avergonzarnos, nunca debemos olvidar nuestra eternidad. El resto de las cosas, vienen si las buscamos, recuerda, hemos comido del árbol del Conocimiento, para siempre. Y el paraíso es nuestro derecho de Nacimiento.

El Autoconocimiento, la Autoexploración no es más que RECORDAR.

Anónimo dijo...

Mañana Sábado es el día más importante de mi vida. Celebramos "Raksha Bandhan" en el Centro de acá de Valencia, un festividad Hindi. La diferencia es que al atarnos el Rakhi, una pulsera que ata una de las hermanas que ha venido de italia expresamente para ello, no nos atamos a ella, sino a Dios. Es el día de casarme con Dios, de tomar los votos, como los monjes. He estado todo este tiempo, desde mi iniciación en la montaña, preparándome para ello. Hoy tengo que escribir mis votos.

Ya te contaré, viajero, y puede que haya imágenes.

La semana pasada me corté los cabellos, los tenía largos como anclas.

Espero estés bien. Estábamos algo preocupados, por cuenta de los ciclones y otros espantos menos lluviosos, es grato saberte a salvo.

Anónimo dijo...

P.d Cosa curiosa, La celebración que te comento coincide con la víspera del día de Yemayá y Oshún. Las Diosas.

Yolanda Molina Pérez dijo...

Maykel, sigo careciendo de tiempo, estuve por la Villa... y me gustó, pero necesito una estación más larga pra el deleite...
Somos sólo la imagen de lo que creemos ser, un resultado hecho de creencias, experiencias y expectativas, de vez en cuando algún giro nos lleva jirones y atisbamos pedazos o aromas de esencias y en ellos se anida la duda...
No tenemos la "suerte" de Dorian y por eso alguna que otra vez buscamos en la fría desnudez un aire que nos devuelva la pureza soñada, y es pureza química, no puritana,
Nadie sabe la diferencia exacta entre una cosa y otra después del descubrimiento de la ley de la Relatividad. Tus falsos doblones, tintinean como oro legítimo, ¿nos llegará el sonido del nuevo monedero? Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola nocturno...Nos alegra que hayas regresado y que estés bien..Te ha llegado mi carta?

Maykel dijo...

Amigos, gracias por estar al tanto, por andar cerca... Luego les responderé a cada uno, pues ahora mismo ya esperamos al nuevo huracán que, al parecer, tiene intención de remontar la Isla y todo apremia...
Besos.

Cuando emerja de las aguas la isla del corcho, volveremos a vernos.

Maykel dijo...

Libélula, cuéntame de la ceremonia de los votos. Estoy muy feliz por ti, porque te encontré un día que buscaba y he sacado en limpio varias lecciones desde entonces.

Noche, no he recibido nada tuyo. Aquí todo anda trastornado. Por favor, vuelve a escribirme. Estaré al tanto.

Yolanda, ya veré que clase de moneda hago fundir con mi efigie. Confío en que será en metal legítimo, por lo menos, tanto como me conceda la nobleza del metal que configura el espíritu.

Besos a todos.